LA BATALLA DE ZHUO LU

Después de meses sin escribir en este blog (que debe tener más telarañas que la ropa interior de Confucio), lo retomo una vez más, y ahora en plan épico. Quizás no tanto como en Juego de Tronos, pero escabechinas varias las hay en la historia de China, complots tras bambalinas, eunucos cabreados y la más variopinta variedad, por redundante que suene, de héroes y heroínas que, además de las labores propias del día a día, enarbolaban prestos las armas por cualquier asuntillo que surgiera en las reuniones de escalera con los vecinos.

Uno de los episodios más importantes de la historia arcaica y mítica china fue la batalla de Zhūo Lù 涿鹿[1], que enfrentó a los líderes de dos clanes, el Emperador Amarillo Huáng Dì 黃帝 y Chī Yóu 蚩尤. Resultando vencedor el primero, tras la victoria reunificó presto la zona central china[2]bajo lo que será conocido con el primer nombre atribuido a este milenario país, Huá Xià 華夏.

Imágen del Emperador Amarillo

No extrañará que el derrotado, pues, fuera duramente criticado en los registros históricos de la cultura Han, especialmente desde la línea de pensamiento predominante, el confucianismo. Pese a ello, la figura de Chī Yóu fue santificada y elevada a categoría divina, pero con una particular fisonomía que caracterizará a este personaje: “el que tiene la cabeza de bronce y hierro”, “el que tiene ocho brazos y ocho pies”, “el que tiene cuerpo de hombre y pezuña de vaca, cuatro ojos y seis manos” o “el que se alimenta de arena y piedras” son algunas de las lindezas con las que se describe al perdedor. Como mínimo, acojona.

Pero no todo puede ser negativo. La leyenda nos dice que Chī Yóu logró fabricar armas de metal y era un experto en las artes bélicas, por lo que las generaciones posteriores lo venerarían como un dios de la guerra o dios de las armas. Peor suerte disfrutaron los miembros de su clan, que se vieron forzados a someterse al Emperador Amarillo o a desplazarse a otras regiones allende el río Amarillo.

A continuación una breve descripción de los hechos, tal y como me lo han contado:

El Emperador Amarillo era el extraordinario líder de su clan (tribu Yǒu Xióng 有熊), conduciendo a su gente en la construcción de casas y edificios, domesticando animales, cultivando los cinco cereales[3] y asentándolos en la cuenca del río Amarillo (Húang Hé 黃河). Posteriormente, el clan del Emperador Amarillo consiguió someter al Clan de Yán Dì 炎帝, situados en la zona media del río Amarillo. Estos dos clanes se unieron formando el clan Yán Huáng 炎黃, siendo liderados por el Emperador Amarillo, y con Yán Dì como segundo al mando.

Después de que el clan de Yán Dì se uniera al del Emperador Amarillo, la población vivió un periodo de tranquilidad y prosperidad, pero el clan Jĭu Lí 九黎, situado en el sur, fue paulatinamente atacando e invadiendo las poblaciones del clan Yán Húang, poniendo en peligro la seguridad de aquellos que se regocijaban en sus apacibles vidas en el norte.

La leyenda dice que el líder del clan Jĭu Lí, llamado Chī Yóu era un personaje extraordinario. Contaba con un total de 81 hermanos, todos y cada uno de ellos de aspecto zoomórfico (cabeza de persona y cuerpo de animal); lucía una cabeza de bronce y una frente de hierro, ocho brazos y nueve piernas, era capaz de comer arena y masticar piedras. En la batalla sostenía en sus manos espadas de oro y hachas de bronce y era conocido por su gran habilidad en su uso. Por eso, para proteger a la población de sufrir daños debido a las invasiones de tan feroz individuo (y feo según dictan los cánones de belleza más conservadores), el Emperador Amarillo tomo la determinación de dirigir a los suyos con el fin de expulsar al clan Jĭu Lí.

Representación de Chi You

Dicho y hecho, los ejércitos de los dos clanes se enfrentaron en una gran batalla en Zhūo Lù 涿鹿. Y ahora es cuando empieza una guerra digna de Harry Potter: nada más empezar, Chī Yóu abrió la boca, expulsando de ella una gran cantidad de humo y niebla, oscureciendo el cielo y la tierra. Los soldados del Emperador Amarillo se recogieron con desorden y gran alarma. El Emperador Amarillo, viendo que la situación no era propicia, convocó a Fēng Bó 風伯[4], encargado de dirigir los grandes vientos. Pero, ¿quién podría imaginarse que el humo y la niebla exhalados por Chī Yóu fueran tan densos que ni Fēng Bó, después de sopar durante tres días con sus tres noches, pudo disiparlos? Las tropas del Emperador Amarillo, rodeadas por la niebla, estaban en una situación crítica, por decirlo con bonitas palabras.

En este momento, el inteligente Emperador Amarillo pensó: “La Estrella Polar del cielo siempre apunta hacia el Norte, se puede usar como una referencia para distinguir las direcciones” (Jajá, ríete tú de Galileo y Copérnico). Así, el Emperador Amarillo descubrió el carro-brújula, el cual, no importara hacia qué dirección girase, la pequeña figura humana situada en el centro del salpicadero del carro apuntaría siempre al sur (pero, ¿no era la estrella polar el referente?). Con la guía de este carro, las tropas pudieron distinguir claramente las direcciones en las que se movían, aniquilando a quienes los rodeaban.

Reconstrucción del carro-brújula

Planos del carro-brújula

Chī Yóu se sorprendió enormemente al ver que los soldados del Emperador Amarillo salían con inusitado fragor de la densa niebla. Pese a ello, volvió a usar sus habilidades para llamar al viento y a la lluvia, e inmediatamente convocó un fuerte viento y un enorme temporal de lluvia. El agua del suelo aumentó salvajemente, fuertes torrentes de agua surgieron desde todos los lados alrededor del ejército del Emperador. Sin perder un segundo, éste pidió la ayuda de los dioses de las sequías (Hàn Shén 旱神). Aquellos, con el enorme poder calorífico que emanaban de sus cuerpos, dispersaron las lluvias del lugar, dejando el cielo completamente despejado. El plan de Chī Yóu volvió a fracasar una vez más.

Para derrotar finalmente a Chī Yóu, el Emperador encargó a varios hombres la construcción de un tambor especialmente grande, y entrenó a un grupo de animales salvajes. En el campo de batalla, el Emperador empezó a golpear el gran tambor mientras que los soldados azuzaban a las bestias a atacar al enemigo. El ejército de Chī Yóu quedó estupefacto por la ferocidad de las bestias y por el ruido ensordecedor del tambor, y los soldados salieron huyendo en todas direcciones. Hasta el mismo Chī Yóu cayó cautivo en las manos del Emperador Amarillo, quien terminó con su vida. Desde este momento, el prestigio del Emperador Amarillo creció hasta convertirse en el líder de todos los clanes de la zona central china.

Representación en relieve de la batalla de Zhuo Lu

Pues bien, esta es la leyenda que nos ha llegado. Ahora sería cuestión de presentar un poco mejor a los dos protagonistas principales, así como su repercusión en el imaginario de las generaciones posteriores. Pero eso será otro tema…

子杰

Notas:

[1]La batalla de Zhūo Lù es la segunda batalla a gran escala más importante de la China antigua. Recibe el nombre por la zona donde se libró, en la frontera de las actuales Hebei y Liaoning

[2]las regiones central y superior del río amarillo, incluyendo Henan, la zona occidental de Shandong, la zona sur de Shanxi y Hebei

[3]Los cinco cereales suelen ser el mijo, la soja, el sésamo, la cebada y el arroz, aunque hay otras listas.

[4] Dentro de la mitología china, Feng Bo era un dios zoomórfico con la capacidad de controlar los vientos.

Un comentario en “LA BATALLA DE ZHUO LU

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