EXPEDIENTES X EN LA CHINA ANTIGUA – II

Ya hace tiempo, en la entrada Expedientes X en la China antigua – I , dejamos constancia de lo que podría considerarse un encuentro en la 2ª fase, o lo que es lo mismo, una curiosa historia que podría ser interpretada como el avistamiento de un fenómeno O.V.N.I.

Pero no es la única anécdota al respecto que podemos encontrarnos sobre encuentros con seres de otros planetas en los registros chinos. Hoy nos vamos a centrar en un caso mucho más sonado, por sus implicaciones ufológicas y con la historia china. Así que, bienvenidos a la nave del misterio, y prepárense a acongojarse con un verdadero encuentro en la tercera fase…

Para empezar, dejamos aquí el texto original, extraído del octavo capítulo de Registros de la búsqueda de los espíritus 《搜神記》, y nuestra posterior traducción[1]:

 吳以草創之國,信不堅固,邊屯守將,皆質其妻子,名曰保質。童子少年,以類相與娛遊者,日有十數。孫休永安三年三月,有一異兒,長四尺餘,年可六七歲,衣青衣,忽來從群兒戲。諸兒莫之識也,皆問曰:『爾誰家小兒,今日忽來?』答曰:『見爾群戲樂,故來耳。』詳而視之,眼有光芒,爚爚外射。諸兒畏之,重問共故,兒乃答曰:『爾恐我乎?非人也乃熒惑星也。將有以告爾:三公歸於司馬。』諸兒大驚。或走告大人。大人馳往觀之。兒曰:『舍爾去乎。』聳身而躍,即以化矣。仰而視之,若曳一疋練以登天。大人來者,猶及見焉。飄飄漸高,有頃而沒。時吳政峻急,莫敢宣也。後四年而蜀亡,六年而魏廢,二十一年而吳平,是歸於司馬也。

Estando a principios de la fundación del país de Wú 吳[2], las relaciones entre los diferentes emisarios no eran estables, por lo que en la frontera con otros países se acuartelaban los altos mandos militares, tomando como rehenes a las esposas e hijos de unos y otros, actividad que se denominaba “Guardar a los rehenes”[3]

Niños y jóvenes, jugaban juntos como si no hubiera diferencias entre ellos, pasando así numerosos días. El tercer mes del tercer año de Sūn Xīu (孫休永安)[4], apareció un extraño niño, de más de cuatro Chĭ 尺 de altura[5], que aparentaba tener entre 6 o 7 años, y que vestía ropa de color verde, uniéndose en un momento a los juegos del resto de niños. Ninguno de los niños allí presentes sabía quién era aquel, por lo que le preguntaron: “¿A qué familia perteneces? ¿Por qué has aparecido hoy de repente?”. Ese extraño niño contesto: “Os he visto jugar a todos juntos, por lo que he venido”.

Al observar atentamente al extraño niño, descubrieron que de sus ojos salían despedidos brillantes rayos de luz. Los niños, muy asustados, volvieron a preguntarle las razones de su llegada, a lo que contestó el extraño niño: “¿Me tenéis miedo? Yo no soy una persona, yo vengo del planeta Marte. Ahora os dejaré una advertencia: los tres Gōng 公 pertenecen a Si Ma 司馬[6]”.

Con gran sorpresa y terror, los niños fueron corriendo a avisar a los adultos, los cuales salieron raudos a ver al extraño niño, quien dijo a la llegada de los adultos: “Tengo que irme”. Levantó su cuerpo, dio un salto y se elevó hacia las alturas del cielo. Todos levantaron la cabeza para seguirlo, parecía como su una delgadísima línea blanca estirara del niño hacia arriba hasta llegar a lo más alto del cielo. Aquellos que llegaron tarde no pudieron ver todo lo que había pasado antes, sólo alcanzaron a ver como el niño flotaba cada vez más alto, hasta que desapareció en el cielo.

En aquel momento el país de Wú se encontraba en crisis, por lo que nadie se atrevió a difundir la historia del extraño niño. 4 años después, el país de Hàn (蜀漢) fue destruido; 6 años después el país de Wèi (魏) se deshizo de su emperador; 21 años después, el país de Wú fue pacificado, pasando los tres estados a pertenecer a Si Ma[7].

Algunas consideraciones

La conclusión es evidente: tras la advertencia del extraño (y alienígena) niño, los tres reinos son unificados en el año 280 d.C., el final del periodo de los Tres Reinos, bajo la dinastía Jin Occidental 西晉, con Si Mayan司馬炎como emperador reunificador. ¡Al final nuestro particular E.T. tenía razón!

¿Por qué lo consideramos un extraterrestre? No solo nos ayuda a ello su particular físico (alto para la media local), su ropaje verde y sus ojos que escupen rayos de luz. El dato en particular es cuando afirma que no es una persona, sino que viene de un lugar llamado Yíng Hùo Xīng 熒惑星, o lo que es lo mismo, de Marte.

Efectivamente, ese es el nombre que se le daba al planeta antiguamente en China (actualmente se le denomina Hǔo Xīng火星, literalmente “planeta de fuego”). Antiguamente se consideraba que la posición de este planeta y su tipo de iluminación (a ojos de los astrónomos/-logos chinos) era muy variable, por lo que inicialmente se uso el concepto Yíng Hùo, que significa “desconcertante” para referirse a Marte. En la adivinación china este concepto equivale a desastres, enfermedades, hambrunas y guerras de todo tipo, algo de lo que en el momento de nuestra historia iban más bien escasos (nótese la ironía).

Cuando Marte se ubica en la “Constelación del Corazón”[8], lo cual ocurre raramente (por lo que he leído, que yo no lo sé), aparecen tres “estrellas”, de las cuales la central es la más brillante. La estrella más brillante representaba al emperador, mientras que las otras dos representaban al hijo sucesor, por un lado, y al hijo no sucesor (incluso al bastardo) por otro. Este fenómeno astronómico/-lógico era lo suficientemente extraordinario como para que se le considerara de mal agüero, y se le adjudico el nombre de Yíng Hùo Shŏu Xīn (營惑守心).

A partir de estos datos, nos permitimos hacer una segunda (y posiblemente más acertada) interpretación del texto original: más que hablar de su origen en otros planetas, el niño es el representante en carne de la situación de cambio y desconcierto que tendría lugar tras su aparición mariana, si bien anunciado que todo culminaría en una feliz y oportuna reunificación por parte del emperador de turno, gallardo él.

No obstante, la ambigüedad declarada y voluntaria del chino clásico permite más de una lectura e interpretación, así que cada uno sea libre de pensar lo que más le convenga o guste.

Un poco sobre la obra y el autor

Los Registros de la búsqueda de los espíritus 《搜神記》, es uno de los libros más famosos de la literatura china, y también una de las novelas con temática sobrenatural más conocidas en China. Muchos de los académicos que se dedican a la investigación de las costumbres y la mitología popular china lo colocan al mismo nivel que otras famosas obras de temática similar, como el Clásico de las montañas y los mares 《山海經》o el Huái Nán Zi 《淮南子》. Sin embargo, una lectura atenta de este libro permite descubrir que su forma literaria es diferente a la de las novelas habituales chinas: no sigue una línea argumental concreta y no está protagonizado por un personaje particular; tampoco mantiene la estructura por capítulos de las novelas. Por el contrario, nos encontramos con una sucesión de historia desconectadas una de otras, más como un anecdotario o sumario de lo sobrenatural que con una historia ligada.

El autor de este libro es Gān Băo 干寶, oficial de la corte durante la dinastía Jin, chambelán que además era historiador y astrónomo, entre otras aficiones. No obstante, la versión de 20 rollos que nos ha llegado a la actualidad no es hija del pincel Gān Băo, sino que ha sufrido numerosos cambios, recortes y ampliaciones de escritores posteriores. En esta obra en particular no tiene valor por la descripción costumbrista de la época sino por los numerosos registros a la fauna y flora sobrenatural de la China antigua, abundante en espíritus, demonios y fantasmas de lo más variopinto, motivo por el cual los estudiosos de la literatura antigua lo consideran una novela explícitamente sobre el mundo sobrenatural, incluso de escaso interés.

Menos mal que estamos nosotros para darle el valor que se merece…

子杰

NOTAS

[1] La traducción, más que literal, intenta mantener cierto ritmo que agilice su lectura, por lo que se agregará la información omitida en el original con el fin de que el lector no acostumbrado no se pierda.

[2] La historia ocurre aproximadamente en el año 260 d.C., a mediados del periodo conocido como los Tres Reinos 三國 (220-280). En ese momento el país estaba dividido en tres reinos o estados, el Wu Occidental, el estado Han de Shu 蜀漢 y el estado Wei de Cao曹魏, cada uno con un emperador propio.

[3] Esta actividad era una medida de seguridad y protección ante una situación de inestabilidad. Se tomaban como rehenes a las mujeres y los niños de ambas partes en una misma zona o recinto, normalmente en la capital del país o estado, con el fin de asegurarse de que, en caso de que algo sucediera, pudieran utilizarlos como medida de presión.

[4] Corresponde al año 258. Sūn Xīu fue el tercer emperador de los Wu Occidentales.

[5] En aquella época, un Chĭ equivalía a 33-35 cm. de los actuales, por lo que estamos hablando de un niño con una altura de entre 140 y 150 cm. Teniendo en cuenta que la altura estándar de un niño actual de esa edad es de entre 110 y 120 centímetros, el mozuelo en cuestión resultaría alto, más en aquella época.

[6] Aquí, Gōng alude a los tres reinos o estados, el de Han, el de Wu y el de Wei.

[7] Estos son los tres estados que se disputaban la unificación de China durante el periodo de los Tres Reinos.

[8] Lo que en otras tradiciones se considera en la posición de Escorpio.

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